viernes, 19 de agosto de 2011

La imaginación puede ser un arma poderosa

Mucha gente, me atrevo a decir que la gran mayoría, asegurarían que no se puede estar en dos lugares al mismo tiempo, pero se equivocan.
Yo lo viví.
Antes de que sucediera yo tampoco lo creía posible.
Se podría decir que respetaba las lógicas leyes de la física donde, si durante todo el día ha estado lloviendo y te quedas en casa por la noche se supone que no es posible ver los fuegos artificiales del 15 de Agosto desde la playa. Pero, como ya os dije, me equivocaba.
Solo era necesario un paso tan sencillo que nunca se me hubiese ocurrido de no ser por él.
¿Cómo un día triste de lluvia puede convertirse en una noche inolvidable?
Todo empieza cuando esa persona a la que amas te dice que cierres los ojos, suplicándote con la mirada que confíes en él. Y con una sonrisa, no te queda más remedio que hacerle caso.
Con cuidado te acerca a la ventana abierta para que oigas los voladores hasta estremecerte, aunque no sabes si es por el ruido o por estar tan cerca a la otra persona, rodeada por su embriagador calor.
Aun mantienes los ojos cerrados cuando empieza a contarte el olor a salitre que nos llega desde el mar, la textura de la arena donde estamos sentados, los colores y brillos de los voladores que estallan sobre nosotros formando extrañas composiciones en el cielo, sobre nuestras cabezas.
Pero lo que más te sorprende no es poder verlo con total nitidez sino que sabe como van a ser tus respuestas, tus sonrisas, incluso antes de que tú misma lo sepas.
Puede que para el resto del mundo estuviese asomada a una ventana en casa, pero yo se la verdad.
Estaba en nuestra playa, disfrutando de nuestros fuegos artificiales privados, los mejores en mucho tiempo.
¿Cómo acabó la noche?
Solo os diré que se me prometió el mejor beso de mi vida, y no me decepcionaron.

Besoss..

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